viernes, 14 de agosto de 2015

Diabetes mellitus y fisioterapia

La diabetes mellitus (o diabetes ) es una condición crónica que se desencadena cuando el organismo pierde su capacidad de producir suficiente insulina o de utilizarla con eficacia. La insulina es una hormona que se fabrica en el páncreas y que permite que la glucosa de los alimentos pase a las células del organismo, en donde se convierte en energía para que funcionen los músculos y los tejidos. Como resultado, una persona con diabetes no absorbe la glucosa adecuadamente, de modo que ésta queda circulando en la sangre (hiperglucemia) y dañando los tejidos con el paso del tiempo. Este deterioro causa complicaciones para la salud potencialmente letales.
Hay tres principales tipos de diabetesla diabetes tipo I, diabetes tipo II y diabetes gestacional . En este caso nos enfocaremos en la diabetes mellitus tipo II por ser la más común con el 90% alrededor del mundo y que suele afectar en gran porcentaje a la persona adulta.

Diabetes tipo II:
La diabetes mellitus tipo 2 es causada por una combinación de la resistencia a la acción de la insulina y un déficit de la secreción de insulina así como una inadecuada respuesta compensatoria a la secreción de insulina. Es la de mayor prevalencia entre ambas.

Fisiopatología:

Diversos procesos patogénicos están involucrados en el desarrollo de la diabetes mellitus. Estos van desde la destrucción autoinmune de las células beta del páncreas con la consecuente deficiencia de insulina hasta alteraciones que producen resistencia a la acción de insulina.

SÍNTOMAS:

Los síntomas que suelen aparecer en esta enfermedad se los conoce como “la triada diabética”.

En el síndrome diabético el aumento de la glucosa en la sangre es el elemento principal, pudiendo decirse que la hiperglucemia es la alteración que define humoralmente la diabetes mellitus. Cuando la glucemia sobrepasa el nivel renal de eliminación determina y condiciona la eliminación de glucosa por la orina, o sea la glucosuria. EI exceso de glucosa eliminado exige el aumento del líquido de dilución y esto determina la poliuria. La pérdida de agua por su lado provoca la sed o polidipsia. Por otra parte, la utilización insuficiente de la glucosa por los tejidos como material energético obliga al organismo a recurrir a otras sustancias, consumiendo las reservas de prótidos y de lípidos y aumentando el apetito, lo que deriva en la polifagia. Además la neoglucogenia se realiza utilizando los prótidos ingeridos, así como los tisulares, ocasionando un balance nitrogenado negativo, debilitamiento muscular, astenia y fatigabilidad.

En este encadenamiento de hechos patológicos se van concitando los distintos elementos que constituyen el síndrome diabético. Por otra parte, la movilización excesiva de las grasas por falta del freno insulínico y el consumo exagerado de las mismas, conduce al adelgazamiento y a la cetosis. Los cuerpos cetógenos producidos en exceso no pueden ser totalmente oxidados por los tejidos, ni eliminados del organismo, ni neutralizados por los humores sino parcialmente, lo que determina la acidosis diabética, que constituye la etapa final del desequilibrio metabólico propio de la diabetes


FISIOTERAPIA EN LA DIABETES

La Fisioterapia actúa en el abordaje de la diabetes tanto de manera preventiva como centrándose en su abordaje terapéutico, haciendo énfasis en sus principales complicaciones: neuropáticas, macrovasculares y microangiopáticas.

Con un tratamiento adecuado y apropiado de fisioterapia en el paciente diabéitco se pueden prevenir alteraciones musculoesqueléticas, nerviosas y vasculares. Dependiendo del grado en el que se encuentre el paciente, el plan fisioterapéutico será estructurado para posteriormente ser puesto en marcha, obviamente previo a una evaluación clínica completa del paciente.
Entre la forma de tratamiento generalizado hacia el paciente diabético se puede aplicar lo siguiente: (cada paciente reacciona de una forma distinta porque presenta un organismo distinto).

  • Método de Rood: para la estimulación sensitiva a través del cepillado, golpeteo, la vibración, estimulación con frío y estiramiento muscular.
  • Movilizaciones activas asistidas (en la mayoría de los casos los pacientes tienen sus sistema musculoesqulético en un estado normal por eso es necesario estimular sus movimientos con una pequeña y casi nula ayuda).
  • Estimlación eléctrica: TENS o MENS
  • Ultrasonido pulsátil durante cinco minutos para mejorar la circulación, (no se recomienda un tiempo prolongado en la utilización del mismo en personas con cardiopatías o problemas vasculares como trombos o embolias, entre otras)
  • Ejercicios de tonicidad muscular, ejercicios isométricos e isotónicos, fortalecimiento muscular.
  • Ejercicios en bipedestación, marcha, subir y bajar escaleras.
  • Hidroterapia en tiempos cortos para mejorar y favorecer la circulación y el sistema muscular.
  • Ejercicios de propiocepción para mejorar la respuesta de sus propioceptores. Utilización de platillos de equilibrio, balón terapéutico, etc.

PRONÓSTICO: el paciente diabético suele tener un buen pronostico siempre y cuando se mantenga con un control medico rigurozo y estricto, seguido de una buena dieta y ejercicios o actividades que mejoren su nivel funcional. 
Aquel paciente que no cumpla con las indicaciones clínicas establecidas puede someterse al riesgo de padecer enfermedades o alteraciones asociadas a esta patología, como: neuropatía diabética, nefropatía, pie diabético, enfermedades vasculares, enfermedad arterial periférica, entre otras. 




NOTA: Cabe recalcar que un plan de tratamiento bien estructurado generará beneficios en el paciente. Los puntos detallados anteriormente fueron de una manera generaliza, siempre es necesario conocer muy bien la enfermedad del paciente y cada caso que se presente, investigar sobre el mismo para dar un correcto manejo.