miércoles, 28 de octubre de 2015

Core estabilización lumbopélvica, faja abdominal?

Los abdominales son el centro de fuerza del cuerpo. Cuando se goza de buena salud, el vientre debe ser sostenido por la “faja natural” abdominal porque interviene en el mantenimiento de la postura consiguiendo una correcta alineación corporal, conservando una alineación corporal correcta aumentará la efectividad del ejercicio, aumentando el rendimiento y disminuyendo el riesgo de lesión. Actúa como fijador y estabilizador del tronco en distintas acciones motrices. En esfuerzos donde levantamos, empujamos y traccionamos resistencias, mantiene la columna como una base sólida, permitiendo que los brazos y piernas realicen el esfuerzo.
En esta zona media, existe también el psoas iliaco. Se prolongan desde las seis últimas vértebras de la zona lumbar de la columna vertebral hasta la parte delantera de las piernas. Estos músculos son los que aproximan el tronco a las piernas al flexionar la cadera. A diferencia de los abdominales su margen de movimiento es muy amplio. Veamos un ejemplo: el clásico ejercicio abdominal tendido supino con las rodillas estiradas. Los músculos abdominales sólo pueden levantar los hombros hasta un ángulo de unos 30º respecto al suelo y, si intentamos elevarlos más, entran en acción los flexores de la cadera. Así concluimos que se potencia principalmente el psoas ilíaco causando gran tensión en la zona lumbar de nuestra espalda llegando incluso al dolor.

Trabajar los músculos del tronco supone hacer algo más que abdominales, el objetivo es conseguir una activación muscular más funcional y global. En este caso tenemos la técnica de CORE la cual abarca a los grupos musculares del tronco, de la pelvis y de las extremidades encargados de la estabilidad de la columna vertebral, cintura pelviana (tronco y abdomen). Ayudan a generar y transferir la fuerza necesaria desde los segmentos mayores a los pequeños del cuerpo durante las actividades y movimientos de este.
Su funcionamiento se basa en un correcto equilibrio de longitud, fuerza y patrones neuromotrices de todas las cadenas cinéticas que permitirá una eficiente aceleración, deceleración y estabilización durante los movimientos.

Los ejercicios, aplicando la técnica de Core, mejoran la fuerza tanto de forma dinámica como sobre todo de forma estática ya que los músculos del tronco tienen una función estabilizadora. Son ejercicios que más que fuerza requieren cierto control postural, sobre todo en el movimiento de la cadera y columna.

El objetivo de los ejercicios de Core son brindar mayor estabilidad y menos riesgos de lesiones posibles logrando movimientos eficientes y seguros, sobre todo en la zona lumbar o espalda baja que suele ser la más propensa a lesionarse durante la práctica de algunos tipos de ejercicios como los abdominales “comunes”, es por ello que éstos se han ido modificando en el tiempo y aplicando nuevas técnicas como la que se acaba de nombrar.

Recuerde que si tiene un buen CORE tendrá mejor estabilidad lumbopelvica y mayor fuerza muscular evitando lesiones o algias musculoesqueléticas que muchas veces requieren descanso y abandono de sus actividades cotidianas.